SOL

SOL

viernes, 13 de noviembre de 2015

Despertar

DESPERTAR 

Cada día al despertar, lo primero que hago, no es abrir mis ojos . Cuando siento que mi cuerpo  despierta,  los mantengo  cerrados y pienso  en el nuevo  día que me espera.

Recorro mentalmente mi realidad e intento  verificar que  todo alrededor se encuentre en el mismo  orden en el que quedó al irme a dormir. Intento descubrir cuántas ganas tengo  de levantarme.Y casi  siempre son pocas.


Casi siempre quiero  seguir durmiendo  para no pensar más.Casi siempre quiero seguir durmiendo  para que  otro se haga cargo.Casi siempre quiero seguir durmiendo porque quizás algún día despierte y  me digan que  todo  fue un largo  sueño .


Así desfilan los pensamientos en mi mente,  cada día, desde hace más de cuatro décadas, antes de levantarme.


Quizás dure 1, 5, 15 o 30 minutos,  entonces,  por favor,  no te enojes porque tardo en  levantarme o se me hace un poco tarde. Recordá cuánto le cuesta a mi  humanidad sentir que  tiene un deber que cumplir.Pero  mientras sigo ciega de realidad matutina, veo las escenas del último rodaje de mi  vida  y pienso  en lo bueno que  me dio y  aparecen en un primer plano  sus caritas sonrientes,  enojadas,  entercadas, refunfuñonas, a veces, y  eso basta.Y  es un buen motivo  para comenzar a desperezarme e informarle a mi cuerpo  que ya es hora.


No siempre lo hago  felizNo  siempre lo hago cantandoNo siempre lo hago con ganas Si me ves levantada y  en pie,  es porque  pude.Cada día que me veas por la vida,  recordá el esfuerzo que  hice para estar en pie.


Si me ves enojada,  triste o confundidaNo te enojes, por favor  recordá cuánto me cuesta mantenerme a flote


Si me ves alegre y  feliz, recordá cuánto me cuesta todos los días estar así.